miércoles, 23 de enero de 2013

¿Le das a tu perro la vida que necesita?





Practiquemos la empatía, pongámonos en el lugar del perro, nuestra vida consistiría en despertarse y salir corriendo al parque (en el mejor de los casos, si no es a la acera) y pasear 15 minutos. Después nos dejan en casa hasta mediodía, otra salida rápida y vuelta a las cuatro paredes hasta la noche. Por la noche nos vuelven a sacar  -esta vez un poco más de tiempo- y después de todo un día encerrado nos tiran la pelota hasta que ya no sentimos las patas. Cena. Fin de día, mañana será exactamente igual, y pasado, y al otro, y al siguiente…

Un ambiente pobre en estímulos
Esta es la vida que llevan muchísimos perros. Una vida monótona sin ningún tipo de estimulo físico ni mental. El resultado es que el perro se frustra, deprime, estresa, o todo lo anterior junto. Aparecen los comportamientos destructivos, las obsesiones, estereotipias, problemas graves de comportamiento y en casos graves las automutilaciones. Algunos perros se… ¿tranquilizan con la edad? Cuando en realidad lo que sucede es que asumen su vida gris. Son perros de carácter amoldable, muy cómodos para aquel dueño que lo quiere como parte del attrezzo de la casa, pero son perros infelices.

¿Existen soluciones?
Algunas cosas no las podemos cambiar. Si somos afortunados tendremos trabajo, y eso significa que nuestros perros permanecen solos un buen número de horas en casa. Pero eso no es un problema en sí mismo, incluso los perros más activos permanecen largos espacios de tiempo en tranquilidad, dormitando, descansando. Veamos un plan de salidas realista.

Las salidas deben ser estructuradas, ni muy largas ni muy cortas. Y lo más importante, dedicadas a los perros, no a las charlas en el parque. Media hora por la mañana es suficiente, mejor con el perro suelto (esto no es posible en muchas zonas) que huela, que trote, pasee a buen ritmo, se relacione con otros perros… A medio día, veinte minutos con el mismo plan, probablemente no coincidamos con otros perros, no importa. Y por la noche entre media y una hora en la que se alternara con un poco de ejercicio (la pelota famosa…media docena de lanzamientos es suficiente), jugar con otros perros, pasear, (si, pasear por la calle es también buena idea), y todo ello dejándole libertad suficiente. Muchos perros están frustrados porque no se les permite oler una marca de orina, mascar un palo o ni siquiera rozarnos la pierna por si nos manchan. Viven en urnas invisibles, y eso es el origen de infinidad de problemas…

Actividad Mental. Es lo que más agota a un perro. Muchas veces menospreciamos a nuestros perros, pensamos que con cuatro carreras con sus amigos es suficiente, y no es así. Aunque no tengamos ningún objetivo deportivo, enseñarle “cosas” a nuestro perro siempre es muy positivo en su equilibrio mental. Un perro que sabe autocontrolarse, es un perro equilibrado. Desde enseñarle a esperar en los semáforos, o hacernos nuestro propio circuito de Agility con los bancos del parque, o jugar a buscar objetos entre los matorrales, poniendo en marcha todos sus sentidos, (utilizar el olfato satisface mucho, muchísimo a los perros)…todo ello tiene un punto en común, el perro está trabajando, esta modulando sus acciones, ¡está usando su cerebro! El mal llamado perro hiperactivo habrá desaparecido como por arte de magia, sus energías se reconducen a otros cometidos, dejará de romper cosas, se centrará mejor en lo que le rodea, descubrirá una vida mucho más divertida.
En casa el ambiente se puede enriquecer con juguetes interactivos como el Kong o similares. Si tiene “algo con lo que entretenerse”  será suficiente siempre que los otros dos requisitos (salidas a la calle y actividad mental) se cumplan.

Articulo extraído de www.doogweb.es 

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